Así se refirió el intendente de Merlo a la actual situación de crisis que se vive en el país, tras dos meses del nuevo gobierno nacional encabezado por el liberal Javier Milei.
«Veo un país que ha profundizado todos sus males. Desde el 10 de diciembre a la fecha no encuentro un solo índice que haya mejorado. No solamente por lo que sucede en materia económica, en materia social, en materia de cuidado, sino también porque hay una degradación del trato y de las formas políticas», dijo el intendente Gustavo Menéndez, de Unión por la Patria, en una entrevista a un portal web y añadió: «Todo se ha vuelto más rudimentario. Nos están haciendo creer que los acuerdos están mal, que las fuerzas políticas se sienten a conversar para encontrar un punto intermedio entre las miradas de todos están mal. Esto le hace muy mal a la política en general y también a la gestión de este nuevo gobierno nacional: los amigos de hoy son los traidores de mañana».
Asimismo, entendió que la gestión libertaria asumió con una «gran expectativa y esperanza» en parte de la población que la eligió pero que, «la falta de pericia, la falta de tacto, la falta de interlocutores, hace que rápidamente, todo ese poder que implica la esperanza, se vaya deteriorando».
Por su puesto que las situaciones de crisis económicas repercuten fuertemente en la vida cotidiana de la sociedad, por lo que la ayuda de los intendentes va a ser fundamental para atravesar este momento. En ese sentido, Menéndez señaló que «las grandes herramientas para transformar la realidad general de los argentinos están en manos de Poder Ejecutivo Nacional y la verdad es que esas herramientas no están siendo utilizadas en beneficio de los argentinos», por eso, agregó que «a nosotros nos queda estar muy cerca de nuestra población, que está sufriendo. Los municipios ya no son más alumbrado, barrido y limpieza. Los municipios tenemos participación en la salud, aunque no es nuestra responsabilidad; tenemos participación e inversión en la seguridad, aunque no es nuestra responsabilidad. A través del deporte intentamos alejar a los jóvenes de los centros de atracción negativa como puede ser el alcohol y la droga. Ese será el costo con estas políticas».
Con esta crisis, el jefe comunal comentó que hay mucha demanda social y que «subió un 19% la asistencia alimentaria. Con esta situación va a terminar siendo muy similar a la demanda que hubo en pandemia ¿Cómo hacemos para pagar 1.500 millones de pesos por mes solo para comida?»
En épocas extremas, se requieren medidas extremas, por lo que una de las iniciativas para paliar la situación social es resurgir las ollas populares: «los alimentos procesados rinden más que los alimentos crudos. Pero eso requiere también de una ingeniería superior y ahí es donde se transforman en importantes todas las organizaciones de base. Estamos planteando arrancar con 450 ollas populares, pero rápidamente vamos a llegar a las 1000 si esto sigue así. Si bien la Nación está diciendo que se están organizando para poder asistir, hasta el momento no lo han podido hacer y la verdad que no hemos recibido nada de la Nación».
Con este panorama, Menéndez analizó que «estamos viviendo una Argentina que nos duele a todos, donde lo más grave no son los errores cometidos entre el 10 de diciembre y hoy, lo más grave es lo que culturalmente se quiere imponer que está bien: dividir a la Argentina entre los argentinos de bien y vaya a saber quiénes, que todo lo que no sea darle la razón al Presidente sean traidores a la Patria. No funciona así».
Finalmente, el jefe comunal dijo que por este camino no se va a mejorar la situación, que «la magia no existe» y que se «necesita una respuesta política, que el Gobierno Nacional se abra al diálogo (…) el Presidente debería escuchar más a los trabajadores, a las centrales obreras, a los gobernadores, a los intendentes. Debería abrirse a que su plan de gobierno original tiene fallas de origen y que no puede aplicar semejante ajuste sin tener un plan de contingencia, sin un abordaje político diferente. Pero él reniega de la política y del Estado. Y es el Presidente. Son cosas difíciles de entender».