Fiel a su estilo elitista, el ex presidente de la nación se refirió así a los grupos políticos, sociales, y gremiales que salgan a la calle a defender sus derechos.
Mauricio Macri es (aunque perdió su candidata) uno de los ganadores de este balotaje, ya que su apoyo a Javier Milei (La Libertad Avanza) consiguió más poder político; de hecho, gente de su espacio (hoy aún Juntos por el Cambio) desembarcará en el nuevo gobierno nacional en segundas y terceras líneas y el Presidente electo necesitará de ellos para agrandar su propio espacio de poder.
No obstante, fiel a su estilo elitista, el candidato a vicepresidente de Boca, en una entrevista con el periodista Joaquín Morales Solá en TN, tildó de “Orcos” a aquellas personas que se manifiesten en las calles por sus derechos.
“Los jóvenes no se van a quedar en casa si estos señores empiezan a tirar toneladas de piedra, entonces los orcos van a tener que medir muy bien cuando quieran salir a la calle a hacer desmanes”, afirmó, en tono amenazante.
Éste término que utilizó Macri para descalificar a los manifestantes, levantó la polémica en las redes y en los medios de comunicación por lo desafortunado del mismo y por haber sido un ex presidente quien lo pronunció. Como nuevo aliado de Milei le cabe cierta responsabilidad en las palabras que utiliza y, en este caso, están cargadas de resentimiento, odio y amenazas.
¿Qué es un orco?
Orco es la deformación de un término, proveniente del inglés antiguo, que se refería a numerosos monstruos de la mitología celta. La existencia de estas criaturas fue inventada para dar explicación a los hechos de sangre y asaltos acaecidos en los campos y bosques. En español la palabra ha evolucionado como “ogro”. En la mitología romana la palabra Orcus (“Orco”) es sinónimo de inframundo y, en ocasiones, también es el nombre de un gigante hijo del dios Plutón. La palabra castellana derivada del latín es Huerco.
Con esta explicación en nuestras manos, podemos entender claramente que el concepto utilizado por Macri es totalmente desacertado porque, por más diferencias que él o cualquiera pueda tener con una protesta o por quienes la lleven adelante, es inadmisible que este improperio venga de una figura política tan notoria. El desprecio hacia los que no son de su clase es evidente.
Más allá de que el voto es decisión e cada uno, que “el pueblo nunca se equivoca” y que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, es importante que, como sociedad, no se dejen pasar estas cosas que lo único que hacen es atrasar 40 años.