Jóvenes de Merlo viajaron a Malvinas como embajadores de la memoria y la soberanía

El abrazo fue lo primero. Cerrado, largo, cargado de emoción. En la mañana gris de Buenos Aires, los jóvenes “Embajadores Merlenses por Malvinas” regresaron al continente después de vivir una experiencia que los marcará para siempre: conocer las Islas Malvinas. Del otro lado de las vallas los esperaban familiares, vecinos, autoridades y cámaras, todos atentos al regreso de quienes llevaron la memoria y la soberanía en la valija.

El viaje no fue uno más. Fue la culminación de un camino que comenzó en las aulas de Merlo, cuando estudiantes secundarios se animaron a pensar Malvinas desde el arte, el conocimiento y la creatividad. Ganaron un concurso, sí, pero sobre todo ganaron una vivencia profunda: caminar el suelo por el que lucharon los héroes argentinos, acompañados por Veteranos de Guerra que volvieron a enfrentarse con su propia historia.

Entre el contingente estuvo el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, impulsor del certamen que se desarrolló durante todo el ciclo lectivo en escuelas públicas, privadas, CENS y FinEs del distrito. El objetivo fue claro desde el inicio: fortalecer la memoria colectiva y mantener vivo el reclamo irrenunciable por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.

“Lo más importante es que las nuevas generaciones comprendan, sientan y vivan el sueño de millones de argentinos”, expresó Menéndez, mientras los jóvenes relataban en voz baja lo que habían visto y sentido. No fue solo una visita histórica. Fue una lección viva sobre las secuelas de la guerra, pero también sobre la dimensión estratégica de las Islas: sus riquezas naturales, su cercanía con la Antártida y el control del paso bioceánico, hoy en manos extranjeras.

Diez estudiantes fueron los ganadores del concurso y los protagonistas del viaje. Junto a los Veteranos de Guerra merlenses participaron de la realización de un documental dirigido por el filmmaker Daniel Ponce, que buscará transmitir el mensaje de soberanía y memoria a todo el país. Cada imagen registrada fue también una forma de decir presente, de reafirmar que Malvinas no es solo pasado, sino una causa vigente.

La iniciativa, declarada de interés por la Cámara de Diputados de la Nación, marcó un hecho histórico para el pueblo de Merlo. Para los jóvenes, fue un sueño cumplido. Para los veteranos, una oportunidad de cerrar heridas y seguir malvinizando. Para todos, una certeza compartida: que el reclamo pacífico por las Islas Malvinas se construye uniendo generaciones, memoria y compromiso.

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