En vez de disfrutar de las grandes glorias destacadas del país y de los reconocimientos que les hacen en el mundo, los argentinos nos empecinamos en discutir hasta al propio René Favaloro.Y llegó el séptimo Balón de Oro para el mejor futbolista de esta Era. Sí, Lionel Messi lo volvió a hacer. Sea meritorio o no, el argentino fue elegido por la comunidad futbolística, como lo hicieron en otras seis oportunidades.
Sin dudas su actuación en el seleccionado nacional, consiguiendo la Copa América después de 28 años, entre otros logros y estadísticas deportivas, tuvieron el peso suficiente para superar en la votación al alemán, Robert Lewandoswk. El germano fue el mejor del año pasado, pero por la pandemia no pudo coronarse, de hecho el propio Messi pidió un reconocimiento para su colega y que le den un Balón de Oro.
En Alemania seguro deben estar decepcionados porque realmente Lewandoswk tiene sus propios laureles para consagrarse. Es más, los medios de ese país lo daban como favorito. Pero la justicia deportiva, en este caso, es subjetiva y, como tal, puede tener errores. Por eso habrá quienes digan que Messi no se lo merecía y que el germano sí y será una discusión eterna.Mientras tanto, en nuestro país… Y sí, Argentina es el país de la gata flora. No sabemos disfrutar de los logros de nuestros mejores representantes en el mundo.
Acá todavía se lo discute a Messi. “Que en el Barcelona juega de una forma y en la selección de otra”, “No siente la camiseta”, “Maradona ganó un mundial y él no”, “No canta el Himno” (¡¿?!), son algunas de las cosas que se dijo y dice para desmerecerlo. Y por supuesto que caemos en la eterna grieta de si fue mejor Diego o Lio; discusión sin sentido, teniendo en cuenta que si bien son contemporáneos no estuvieron en actividad en la misma época y vivieron un fútbol diferente.
Porque hay quienes aseguran que la Saeta Rubia Alfredo Di Stefano era mucho mejor, pero cómo compararlo si jugó en la décadas del 40 y el 50, en un deporte totalmente distinto al de hoy… imposible.Los argentinos, alguna vez, tenemos que relajarnos un poco, tratar de discutir menos, zanjar nuestra diferencias, ver lo que nos une, disfrutar un poco más de lo que tenemos e ir la mayoría detrás de una bandera que nos abrace, ya sea que esta se llame Messi, Maradona, Gardel, Favaloro o… la propia Argentina.