El ex fundador del periódico La Hoja dejó de existir esta semana. Desde 2011 que cerró el medio de comunicación, se mantuvo alejado de la gráfica.
Quienes lo conocimos sabemos qué clase de persona era Abel Martín Rivarola. Un tipo sencillo, amable, humilde, respetuoso, todo un caballero como esos de los que ya casi no quedan. Le llegó la muerte esta semana y con él se va una parte de la historia de los medios de comunicación de nuestra región. La Hoja, nuestro diario, como era el lema del periódico, comenzó siendo una hoja con información local sintetizada. Con el tiempo creció y pasó a tener algunas tiradas por semana, se incrementó la cantidad de pliegos y se le agregó color a la tapa y contratapa.
Lamentablemente, con la caída en la venta de los medios gráficos (como consecuencia de la internet), el aumento de los costos de la tinta y el papel, la falta de apoyo de pauta publicitarias del Estado y los privados, y complicaciones con algunos empleados por los cuales tuvo que vender máquinas que tenía para poder pagarles, el periódico cerró sus puertas para siempre. Luego, enviados de un ex intendente de la región intentaron comprarlo para reflotarlo, pero Rivarola no quiso vender la marca.
Personalmente, yo que fui uno de los cronistas en su momento (allí hice mis primeras armas), quedé con la sensación de que nos quedó pendiente una charla para saber de su vida, después de tanto tiempo. Cosas que uno deja para después y que nunca concreta.
Desde Aquí La Noticia enviamos nuestras condolencias a la familia. Que en paz descanses Abel.