El sistema de seguridad, nacido en San Miguel, y que arrojó buenos resultados, continúa en su etapa de expansión por todo el país. La participación ciudadana es clave para su funcionamiento.
Los tiempos que corren son diferentes a los de antaño donde la sociedad se organizaba y cooperaba entre sí para conseguir objetivos de cualquier tipo. La decadencia de estos últimos 20 años y el «sálvese quien pueda» que marcó la vida de la generación de los 90, hicieron que sea cada vez más difícil apuntar en hacer un trabajo que nos involucre como sociedad en el que nos sintamos parte y que desarrollemos un sentido de pertenencia.
En este contexto, en San Miguel se produjo un hecho en el que se revirtió ese patrón, por lo menos en lo que refiere a lo que es la seguridad. Como sabemos, el conurbano bonaerense tiene la característica de ser uno de los más inseguros del país. Claramente los centros urbanos cuanto más populosos son más condiciones se generan para que el delito gane las calles.
Ante esta necesidad de sentirse protegidos, el municipio –durante la gestión de Joaquín de la Torre- ideo una herramienta de seguridad que se complementa con demás medidas ya establecidas: Ojos en Alerta. Este es un sistema en el que se requiere de una activa participación de la ciudadanía para actuar en la prevención de hechos delictivos o para dar aviso de los mismos.
De este modo, Ojos en Alerta conecta a los vecinos con el Centro de Monitoreo de cada municipio a través de WhatsApp, para alertar ante hechos delictivos o emergencias en la vía pública enviando fotos, audios, videos o texto.
Esta herramienta, que dio tan buenos resultados en San Miguel, comenzó a expandirse a otros distritos de la provincia y del interior del país. El último que se incorporó a él fue Coronel Príngles. De esta manera ya son 27 municipios los que utilizan esta herramienta de seguridad.
El intendente de San Miguel, Jaime Méndez, firmó un convenio con su par de Coronel Pringles, Lisandro Matzkin, para implementar Ojos en Alerta allí. Además de los jefes comunales, participaron de la firma y recorrida el senador provincial Joaquín de la Torre; el secretario de Seguridad de San Miguel, Héctor Calvente; el creador del programa, Cristián Méndez; el jefe de Gabinete de Pringles, Dario Christensen, y el secretario de Planeamiento y Servicios Públicos de Pringles, Darío Pelegrinelli, entre otras autoridades de ambas ciudades.
Los protagonistas
Consultado sobre la diferencia que hizo San Miguel con Ojos en Alerta, Jaime Méndez comentó que «es una herramienta que permitió que los vecinos puedan participar activamente y permanentemente de la prevención del delito; nos llegan más de 100 mensajes en el día de prevención y pudimos mejorar las estadísticas de los delitos en un buen porcentaje».
Respecto a la Policía Municipal, el jefe comunal explicó que el senador provincial, Joaquín de la Torre, pretende que todos los municipios tengan su propia fuerza: «La decisión que tomó es que es necesario que los distritos tengan su policía para la prevención. Y, dada esa experiencia cercana que hemos vivido parece que es algo que debería extenderse a toda la provincia. Hay una realidad difícil que es que la inseguridad no ayuda en el conurbano, pero en todo ese contexto entendemos que hay que prepararse de la mejor manera».
Por su parte, el intendente de Príngles aseguró que la realidad del interior es distinta a la del conurbano. «Estamos acostumbrados a baja conflictividad, pero en los últimos años hemos sufrido un incremento de los hechos delictivos, de robos en áreas rurales y la ciudadanía está preocupada porque no quiere que baje la calidad de vida que históricamente tuvo», comentó y explicó: «En esto de buscar innovar nos acercamos a Jaime Méndez, hace tiempo que tenemos vinculo y queremos ser parte de este sistema. No nos podemos quedar quietos para conservar la calidad de vida de los vecinos y este es un sistema exitoso de participación ciudadana que nos va a dar una mano para sostener baja conflictividad».
Finalmente, en cuanto a la Policía Municipal expresó que en su distrito la policía es provincial pero gran parte de los recursos de funcionamiento -como combustible o reparaciones- lo aporta el municipio. El tema es que la fuerza, operativamente, responde a la provincia. «Entonces se termina generando un vacío que va en contra de las necesidades de la gente. Tenemos que definir si va a ser completamente provincial o si el municipio va a tener injerencia en las decisiones, pero esta situación hay que resolverla. Si probamos con este sistema que propone Joaquín de la Torre la situación puede mejorar», concluyó.