El lerretismo se impuso con su candidato, dejando atrás a carolina Losada (de Patricia Bullrich) y en un muy segundo lugar al peronismo que, con sus cuatro competidores, perdió una elección histórica.
Santa Fe es el tercer distrito electoral más grande del país y los comicios pasados definieron a los candidatos que estarán en octubre para dirimir las generales. El sector conducido por Horacio Rodríguez Larreta salió favorecido al imponerse en las PASO, de manera que ello fortalece la campaña del jefe de gobierno porteño en sus aspiraciones a la presidencia dentro de Juntos por el Cambio.
Carolina Losada, la periodista que se postulaba por la línea de Patricia Bullrich (la otra pre candidata presidencial del espacio) perdió la interna, luego de haberla luchado en sus cruces mediáticos con declaraciones picantes contra su contrincante.
El radical Maximiliano Pullaro fue el ganador, pero también hubo otros derrotados, además de Losada, ya que el PJ provincial, que quedó a más de 35 puntos de distancia, registro su peor comicio desde 1983.
Santa Fe dejó una fotografía que se interpreta por una lógica provincial pero afectada por las lealtades, divisiones y enconos del ámbito nacional. Como ya pasó en otras elecciones, se reprodujo a escala las mismas líneas trazadas en la pelea que protagonizan, principalmente, los sectores que animan la verdadera interna que se definirá el próximo 13 de agosto: Larreta, la UCR orgánica y un sector numeroso de dirigentes y votantes del PRO versus Bullrich, y los halcones del PRO y del radicalismo, con la dirección técnica del ex presidente Macri.
El oficialismo herido
El gobierno de Omar Perotti recibió un castigo histórico en las urnas y comprometió la incipiente recuperación que pareció insuflar en el ánimo del kirchnerismo la definición de la fórmula presidencial de Unión por la Patria.
Se trata de un resultado magro sin precedentes no tanto por el porcentaje, sino sobre todo porque pocas veces el PJ había conseguido tan pocos votos. Más allá de que la actual sea una PASO, es importante resaltar que, desde 1983, el PJ sólo perdió tres elecciones a gobernador: la de 2007, cuando ganó Hermes Binner y Rafael Bielsa tuvo “sólo” el 42% de los sufragios; en 2011, que se impuso Antonio Bonfatti, ante un escuálido 22% de Rossi, que representaban 388 mil votos; y en 2015, que triunfó Miguel Lifschitz, con Perotti que cosechó el 30%.
En este 2023, los cuatro candidatos de extracción peronista del Frente Juntos Avancemos cosecharon 28 puntos, o 422 mil votos. Una debacle que pone en crisis la sensación de recuperación de competitividad que había empezado a registrar la dirigencia nacional del peronismo.