Desde hace 122 años se conmemora esta jornada con la plantación de flora que embellece y beneficia al distrito. Y todo comenzó con el arbolado de plátanos que hicieron vecinos de Bella Vista en agradecimiento a Adolfo Sourdeaux.
Aquel 17 de septiembre de 1902 el vicepresidente de la Nación, el ministro de Guerra de ese entonces, 500 cadetes del Ejército y la Armada no se imaginaron la importancia del acto que estaban realizando al elegir a Campo de Mayo como el lugar para plantar 2 mil árboles.
Ahora, 122 años después, se continúa con esta tradición que tan arraigada está en los vecinos de San Miguel. Autoridades del municipio, encabezadas por el intendente Jaime Méndez; el jefe de la Guarnición Militar Buenos Aires, General Gustavo García; el vocal del Directorio de la Administración de Parques Nacionales, Walter Scibilia, y Veteranos de Guerra, entre otros se dieron cita para celebrar la Fiesta del Árbol y así plantar 122 ejemplares de timbó sobre la calle General Ideoate.
Los héroes de Malvinas fueron los primeros en plantar los árboles, simbolizando la fuerza y la resiliencia de la naturaleza. Después siguieron los 380 alumnos de primaria y secundaria, quienes completaron la plantación.
“Este encuentro nos convoca a cuidar y defender nuestra naturaleza. Es una tradición que nos conecta con nuestra historia y que nos invita a trabajar juntos por un futuro mejor”, dijo el jefe comunal.
Luego explicó que muchos de los árboles que hoy se disfrutan fueron plantados desde principios del siglo pasado y que los que plantan ahora son para seguir dándole vida, color y naturaleza al distrito. “Chicos, ustedes son protagonistas de esta historia, ahora les toca a ustedes, jóvenes de primaria y secundaria de san Miguel, contribuir para mejorar la ciudad”.
Finalmente, agradeció a las autoridades de Campo de Mayo por “esta enorme predisposición para que podamos trabajar en conjunto”. Explicó que el lugar equivale al 30 por ciento del territorio del distrito y que el 80 por ciento de Campo de Mayo está en San Miguel, por eso destacó la historia en común que tienen y la relación que “nos permite pensar un futuro en conjunto y que naturalmente forme parte de nuestra ciudad”.
Por su parte, el jefe de la Guarnición Buenos Aires, expresó: “Estamos sembrando futuro para las próximas generaciones. Cada árbol que plantamos es una nueva oportunidad para respirar aire puro y cuidar nuestro planeta”.
Mejorar la biodiversidad
Raúl Quiesa, de Parque Nacionales, estuvo presente en esta celebración centenaria y explicó que la plantación de este año tiene que ver con la remoción de otros árboles que están en mal estado y que los nuevos vienen a reemplazarlos. Ello, además de embellecer la ciudad también trae aparejado varios beneficios, entre ellos mejora la biodiversidad.
“Es muy importante esto porque Campo de Mayo es uno de los espacios verdes más grandes del AMBA y además de ser un lugar de adiestramiento para la defensa, ha sido designada reserva urbana de la defensa; estamos asociando el adiestramiento militar y la defensa con el cuidado del ambiente”, sostuvo y explicó que en parte de esa zona persiste el ambiente original de antes de que naciera la gran urbe que es San Miguel hoy.
Respecto a la situación de la defensa del medio ambiente a nivel nacional, aseguró que “en los últimos 50 años se ha mejorado muchísimo el sistema de áreas protegidas, tanto nacionales, como las provinciales y las municipales. Y acá existe una impronta entre la reserva Campo de Mayo y la reserva El Corredor de San Miguel que es una maravilla y los dos son áreas protegidas de la Cuenca del Reconquista al que le falta mucho para que vuelva a ser un espejo de agua digno”.
Otro de los que participó de la Fiesta del Árbol fue Santiago Piazza, subsecretario de Ambiente del distrito. Él recordó que todo comenzó con una plantación de plátanos que los vecinos de Bella Vista hicieron en la Avenida Francia el 15 de agosto de 1902 en agradecimiento al Ingeniero Adolfo Sourdeaux por la forestación que hizo en la región, hecho que luego fue imitado por la Nación en Campo de Mayo.
“Con esta reforestación de 122 árboles con especies nativas originarias, en reemplazo de los ejemplares en mal estado, la idea es que el impacto ambiental sea menor”, sostuvo.
Luego, explicó que el arbolado en la ciudad es central porque trae aparejado muchos beneficios como el aporte de oxígeno, amortigua las lluvias, reduce el impacto de las olas de calor en el verano, reduce el ruido y que por eso es muy importante conservarlo y promoverlo. En ese sentido, recordó que el municipio tiene a disposición un programa de apadrinamiento de árboles para que los vecinos puedan plantar árboles en la vereda de su casa. “Nos dimos cuenta que tuvo mucho éxito el apadrinamiento, es decir cuando el vecino se involucra en que quiere tener un frente forestado y se compromete a cuidarlo. De esa forma es donde tuvieron más posibilidades de sobrevida los árboles”, comentó. Para apadrinar un árbol