Gran cierre para las Fiestas Patronales

Una gran caravana partió desde la Catedral hasta Nuestra Señora Del Valle, en Muñiz, pasando por Sarmiento, Trujui y otros barrios. Las familias recibieron a la comitiva en las puertas de sus casas y en cada capilla. Monseñor Nannini hizo una analogía del ben y el mal con la grieta que divide al país.

Las Fiestas Patronales llegaron a su fin en San Miguel. Fue un gran acontecimiento que comenzó el viernes 24 de septiembre, en el Corredor Aeróbico (Av. Francia y Sourdeaux) con la jornada “San Miguel, una historia en común”. Continuó el sábado 25, con el tradicional desfile de motos y autos clásicos, con largada en la Plaza de San Miguel (Belgrano y Sarmiento) y llegada al Corredor Aeróbico, donde se pudo disfrutar de los autos del desfile; una exposición de aeromodelismo del Cado (aviones a escala y acrobáticos); una muestra fotográfica de la historia de la Guarnición Militar Bs. As.; música en vivo y food trucks.

Y el miércoles 29, Día de San Miguel Arcángel, desde la mañana se realizó una procesión en caravana por capillas y parroquias de distintos barrios del distrito. Por la tarde la procesión fue a pie por el centro del distrito, que concluyó con una misa en la Catedral. Finalmente, hubo espectáculos musicales, folcklore y un gran cierre a cargo de la Orquesta Juvenil Municipal “Jorge Lazbal” y la Banda Militar de Música “Ituzaingó” que duró hasta cerca de las 22 horas.
El intendente Jaime Méndez, el presidente del Honorable Concejo Deliberante, Hugo Reverdito y el candidato a concejal por Juntos Cristian Méndez, entre otras autoridades, estuvieron presentes en el evento.

Momento de reencuentro

En su homilía, el Obispo de la Diócesis de San Miguel, Damián Nannini, hizo una analogía entre el Arcángel Miguel que luchó contra el mal y venció al diablo, pero que esa lucha continúa en la tierra porque existe el bien y el mal, y que “no da todo igual, por eso no es aceptable el relativismo”.

El Monseñor dijo que si hacemos una división entre buenos y malos y ponernos de un lado a los buenos y del otro a los malos, nos daríamos cuenta que en ambos lados de la línea hay buenos y malos y que “por eso es importante no caer en el maniqueísmo, pensando que ‘estos son todos malos’ y ‘aquellos todos buenos’, porque como país lo estamos viviendo y esto nos lastima y no hay salida si no superamos esto”.

En ese sentido, Nannini agregó que “no podemos renunciar al hecho de cómo argentinos nos pongamos de acuerdo en las cosas fundamentales y remar juntos del mismo lado. Si esto sigue así está en juego la disolución, por eso hay que bajar el orgullo y marcar la cultura del encuentro, de buscar el bien común para unirnos porque la unidad es superior a la división. Hay que renunciar a las ideologías que nos dividen, que nos separan”.

Finalmente, habló de la necesidad de poder discernir, de saber diferencia entre el bien y el mal porque, si bien al principio las cosas son claras, en el día a día hay grises, “por eso junto a la certeza del bien lo que sigue de modo imprescindible es la necesidad del discernir, porque hay muchas situaciones en las que estaremos perplejos y no sabremos qué hacer, como en este periodo de pandemia que fue muy difícil tomar decisiones porque no teníamos certezas”.

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