Varias tareas de restauración se llevaron a cabo en la institución, más allá de que aún faltaría rehacer la vereda para que la obra esté completamente terminada.
Hace unos meses se anunció que la Catedral de San Miguel comenzaba a ser renovada desde su fachada, ya que la misma presentaba un notorio deterioro. Las tareas no lograron llegar a estar listas para el Día de San Miguel Arcángel, así que la Misa principal se hizo en las afueras de la misma mientras esta estaba en remodelación.
Según informaron desde el municipio, la tarea consistió en la restauración de la aguja del campanario, también se construyó un nuevo piso en el atrio y se cambió la iluminación, entre otros trabajos. Además, la Catedral de San Miguel volvió a tener el mismo color gris claro con el que se inauguró en 1895.
Se trata de una importante obra en la que se realizó un minucioso trabajo de restauración en las molduras y mampostería de la fachada, que permitió devolver el color original de la Catedral.
A su vez, ya concluidas estas tareas, también se va a unificar el color de la fachada de la Catedral con el de la santería y la casa parroquial.
Lo que faltaría hacer, para que el trabajo sea del todo completo, es mejorar las veredas para acceder a la Iglesia, ya que no se encuentran en buen estado. Este trabajo estaría previsto en una segunda etapa donde se ensancharía y renovaría toda la vereda que rodea a la edificación y que da a la plaza a través de la utilización del espacio que ocupa la dársena que existe actualmente y el traslado de los canteros.
Recordemos que la Catedral es uno de los símbolos culturales más importantes de la localidad y el partido homónimo por ser uno de sus puntos más antiguos, junto a la estación del Tren San Martín (que se inauguró un año después de la parroquia para el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico)
(ALN Aquí La Noticia)