Confirman sobreseimiento de Paola Córdoba

La Cámara Penal de San Martín confirmó el sobreseimiento haciendo lugar incluso al planteo de la defensa en tanto que Paola actuó en legítima defensa, tal como lo plantearon sus defensores oficiales. Paola y Milagros ya pueden respirar tranquilas.

Recibieron la noticia de que la Cámara Penal de San Martín sobreseyó a Paola Córdoba, tal como había dicho ese tribunal en mayo pasado.En aquél entonces el juez Alberto Brizuela había dictado el sobreseimiento total de Paola Córdoba y su hija Milagros por la muerte de Alberto Naiaretti, un caso que implicó violencia doméstica y 185 puñaladas de la mujer agredida a su victimario.

Brizuela consideró que Córdoba se hallaba en “un estado de necesidad exculpante ante la amenaza de sufrir un mal grave e inminente, pues su conducta ha tenido origen en una amenaza para su vida y la de sus hijos en un contexto de violencia doméstica y de género”. En esa situación de necesidad, “colisionan dos bienes como la vida, conllevando necesariamente al sacrificio total o parcial del otro”.

La vida de su esposo, con quien había vivido 22 años y tenía cuatro hijos, o la de ella y las de sus chicos, en aquella escena del 9 de marzo de 2019 que acabó con Nairetti muerto y Córdoba detenida: —No te duermas, Paola, o acá se termina todo —le había dicho él esa noche, en la casa que compartían en José C. Paz.

Córdoba había denunciado a Naiaretti numerosas veces —se conservan pruebas de siete episodios desde 2010 hasta 2018—por abusos, entre ellas la violencia física reiterada, el tormento psicológico constante y la explotación sexual: la hacía prostituirse en la ruta 8.

Perspectiva de género

El fallo, que subraya la perspectiva de género con que se consideró el caso, fue celebrado por los abogados defensores López y Javier Chirinos: “Hoy es un día trascendente en la justicia argentina. Hoy empezó a reivindicarse el estado, la justicia, con una resolución ejemplar del doctor Brizuela, un juez de garantías que vio y escuchó a estas víctimas de violencia doméstica a las que el estado les había dado la espalda”.

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