Lo dijo a Democracia, el presidente del Comité de Cuenca, Juan Carlos Duhalde. Por su parte, desde Vialidad Nacional confirmaron que en seis meses podría quedar habilitado el pedraplén de 12 kilómetros que fue afectado por la inundación de 2017. Aguardan estudios.
Por: Redacción Democracia
El tramo de 12 kilómetros de la Ruta Nacional 7, sobre la laguna La Picasa, podría quedar habilitado en unos seis meses, informaron a Democracia desde Vialidad Nacional y agregaron que están aguardando que continúe descendiendo el agua que tapó la calzada hace más de dos años, en una gran inundación.
Cabe recordar que desde abril, se encuentra habilitada la nueva salida de excesos hídricos, un canal ubicado en la Alternativa Norte de esa laguna, que está acelerando el desagote en el sur de la provincia de Santa Fe donde la cota ya se encuentra en 103,8: antes estaba a 107.
Esto quiere decir que la calzada conformada y elevada por un pedraplén “ya se encuentra un metro por encima de la laguna que continúa bajando un promedio de 8 centímetros por mes y por supuesto esa cifra es mayor por mes”, informó a este diario, Juan Carlos Duhalde, presidente del Comité de Cuenca de La Picasa.
“Creo que Vialidad no tiene nada más que esperar y tienen la tranquilidad para empezar a repararla. En seis meses más, creo que la ruta puede estar 1,5 metros por encima de la laguna”, apuntó.
Cabe destacar que, además, la empresa Cartellone concluyó con la limpieza completa de escombros y piedras que había arrancado en enero, para utilizar la vía como playa de trabajo, entre Aarón Castellanos y Diego de Alvear, donde continúa interrumpido el tránsito vehicular (kilómetros 369 y 423).
Los trabajos de recuperación, se están realizando por la firma que tiene adjudicado el Corredor Vial C del proyecto PPP que contempla la construcción de la variante, es decir un nuevo tramo de 23 kilómetros que bordeará la laguna por su flanco sur, obra que arrancaría el próximo año.
“Hasta las señalizaciones en la cinta asfáltica están bien y se ven perfectas. Incluso hay una camioneta y camión que circulan para reparar el poliducto que están haciendo sobre el pedraplén”, destacó el dirigente y productor agropecuario.
En un encuentro reciente en la Unnoba de Junín, “mostramos los avances y que la ruta está para remediarla con muy poco para que vuelva a funcionar. Ellos decían que cuando bajaba la laguna vendrían a evaluar la posibilidad de restauración”, destacó Duhalde.
En un principio se había estudiado un proyecto que consistía en elevar el tramo original que atraviesa la laguna, con pilotes de cemento, a unos 4 metros de altura, pero requería una inversión cuatro veces superior.
Mientras tanto, con la nueva compuerta en la Alternativa Norte, que descargará los excesos hídricos, el Gobierno aguarda que el agua disminuya hasta la cota 102,7, para poder llevar a cabo las reparaciones y habilitar el tramo, ya que las bases del pedraplén aún continúan afectadas y en proceso de análisis.
“En el sector norte está saliendo 3,5 metros cúbicos por segundo. En el sur, donde se rompió una bomba y la están reparando, hoy está brotando 3 metros con dos en funcionamiento, cuando normalmente lo hace con tres”, aclaró.
Es preciso destacar que actualmente, la circulación por el antiguo desvío de tierra, con algunos sectores afectados, está habilitada, pero que “cuando llueve se torna de difícil de transitar”, advirtieron.
De esta manera, los automovilistas que buscan llegar las provincias de Córdoba, San Luis o Mendoza, optan por tomar la Ruta Nacional 8 hasta Venado Tuerto desde donde se dirigen hacia Rufino para retomar a la carretera biocéanica.
En relación al terraplén del ferrocarril, también desmoronado, Duhalde aseguró que “ya estaría en condiciones de empezarse a reparar definitivamente. La empresa ferroviaria estuvo perdiendo 125 millones de pesos por mes y con 360 millones se arreglan y es para toda la vida”.