Calentamiento global: el mundo que no miramos

Las altas temperaturas de este marzo en el país son un fiel reflejo de este problema que promete endurecerse. El año pasado, en Europa, también los termómetros rompieron records.

Hasta hace una semana nuestro país sufría una de las peores olas de calor en toda la historia. Varias de ellas se pasaron en este verano cuando en promedio se esperan que haya entre 3 o 4 olas. En 2022, en Europa, la temperatura también hizo estragos durante la época veraniega, y en Australia provocaron incendios a gran escala. Canadá y Estados Unidos tampoco fueron la excepción batiendo records de temperaturas. Y la lista puede seguir incrementándose.

Esto implica que las altas temperaturas, los fenómenos meteorológicos adversos cada vez más frecuentes y las intensas olas de calor son solo algunas de las consecuencias del calentamiento global. El incremento exponencial de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad humana está provocando que el planeta se caliente de forma acelerada.

Los glaciares se derriten rápidamente, el nivel del mar aumenta, las cosechas se secan y la fauna cada vez tiene más dificultades para sobrevivir. Son algunas de las consecuencias que evidencian los efectos del cambio climático, que ya afectan a todos los rincones del planeta.

Los esfuerzos para reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) son escasos, los gobiernos no cumplen con ningún tratado internacional para reducirlos y las perspectivas a futuro son cada vez más catastróficas.

Fue en la Revolución Industrial cuando esos gases comenzaron a dispararse en la atmósfera debido al empleo de los combustibles fósiles para la producción de energía. Y ello ha llevado al calentamiento global de la Tierra. Según los datos, en los últimos 20 años, la temperatura media global ha aumentado en 1,1 °C respecto al siglo XIX. Y, en concreto, los últimos siete años han sido los más cálidos registrados hasta la fecha.

¿Qué es el calentamiento global?

El calentamiento global hace referencia al aumento de la temperatura de la Tierra como consecuencia de la intensificación del efecto invernadero. A lo largo de millones de años, el clima del planeta ha sufrido multitud de variaciones. Las emisiones de gases de efecto invernadero se han compensado por aquellos que se absorben de forma natural. Este proceso ha permitido que las concentraciones de GEI y la temperatura se mantuvieran estable, de tal forma que la civilización humana se desarrolle en un clima consistente.

Sin embargo, ahora, la concentración de GEI en la atmósfera se ha disparado y el planeta se está calentando a un ritmo acelerado. Y el principal responsable de esta situación es la actividad humana. La industria, el transporte o la agricultura emiten una gran cantidad de gases contaminantes que provocan una alteración no solo en el clima, sino también graves daños tanto en la salud de las personas como en la de los ecosistemas.

Causas y consecuencias del calentamiento global

El efecto invernadero es la principal causa del calentamiento global. Este proceso natural se da cuando la energía del sol llega a la atmósfera terrestre: una parte se refleja de vuelta al espacio; mientras que otra es absorbida por determinados gases que se encargan de retener el calor y mantener la temperatura de la Tierra en unos valores habitables.

Sin embargo, las últimas cuatro décadas se ha producido el mayor calentamiento global de la Tierra, según afirman desde la NASA. Esto coincide con el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero derivado de la quema de combustibles fósiles como el carbón o el petróleo.

Otras de las causas que provocan el calentamiento global es la destrucción de ecosistemas terrestres y marinos. Los océanos y los mares son sumideros naturales de dióxido de carbono. Estos entornos tienen la capacidad de captar el CO₂ y almacenarlo en su interior. Cuando se deterioran o se destruyen se produce una liberación de este gas que contribuye al calentamiento global de la Tierra.

El calentamiento global altera el clima y lo hace de forma impredecible hasta el punto de que multitud de seres vivos no son capaces de adaptarse a estas nuevas condiciones. Porque un incremento de la temperatura global tiene un impacto directo en el medio ambiente. Algunas de sus consecuencias son: Deshielo de los polos; Incremento del nivel del mar; Extinción de especies; Acidificación de los océanos; Mega-incendios, cada vez más frecuentes y peligrosos.

¿Qué pasa si no logramos limitar la temperatura?

Los últimos 7 años han sido los más cálidos desde que se tienen registros en 1880 y el pasado año 2021 ha sido el sexto año más caluroso de la historia, según la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional (NOAA). Pero no solo aumenta la temperatura del aire, también incrementa la cantidad de calor almacenado en el océano. En 2021, la cantidad de calor almacenado en los niveles superiores del océano alcanzó una cifra récord, señalan desde la NASA. Unas cifras que muestran que el calentamiento global es una realidad que no deja de agravarse.

En la actualidad, si las emisiones de dióxido de carbono siguen su curso, la temperatura del planeta aumentaría hasta 4,4 °C a finales de siglo. Esta situación supondría que los sistemas naturales no puedan adaptarse y no puedan sustentar a la población que depende de ellos.

Limitar el incremento de la temperatura en 1,5 °C es uno de los mayores desafíos de la sociedad. Desde el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente señalan que, para cumplir con lo establecido en el Acuerdo de París, las emisiones de GEI deberán disminuir un 7,6% cada año hasta 2030. Solo así conseguiremos mitigar los efectos del cambio climático antes de que sea demasiado tarde.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *