Buscan resolver problema habitacional a personas del Polo Obrero

Esa organización política hizo una marcha al Palacio de Gaspar Campos donde fue atendida y se le pidió un listado con los nombres de las familias para ser evaluadas por asistentes sociales, previo a la adjudicación de viviendas.

El lunes la organización política Polo Obrero realizó una marcha hasta el Palacio Municipal de José C. Paz, sobre la Avenida Gaspar Campos, con reclamos que van desde la mejora urbanística de los barrios hasta la adjudicación de viviendas para personas que militan dentro de este espacio político.

Cientos de personas desocupadas del Polo Obrero y una delegación de vecinos del barrio Vucetich, que vienen reclamando la urbanización y la construcción de casas con distintas acciones que incluyeron cortes sobre la Avenida Croacia, se movilizaron por las calles del centro paceño. Con destino en la municipalidad local, la movilización partió de la Secretaría de Salud y Acción Social y también tuvo una parada en el Concejo Deliberante.

Por este motivo, el secretario de Gobierno, Pablo Mansilla, recibió a los referentes de la marcha con quienes mantuvo diálogo para tratar de encontrar una solución a los problemas. En el encuentro, el funcionario les pidió una lista con los nombres y apellidos (entre otros datos) de las personas que necesitan una vivienda para que, desde el municipio, se pueda enviar un asistente social que evalúe la situación de los futuros beneficiarios. Sin embargo, esta condición no habría sido bien recibida por los referentes de la manifestación.

Claro, está el legítimp reclamo, la exigencia de los derechos, pero a la hora de cumplir con las obligaciones que pide el Estado se pone el grito en el cielo. Sucede que el municipio –el cual tiene un plan de viviendas en curso, que quedó parado desde la época de la gobernación de María Eugenia Vidal- se quiere proteger de entregar casas a personas que no la necesitan o que quieren lucrar con ellas. Ya ha pasado que algunos vivos se hicieron de una propiedad, aunque ya poseían una donde vivían y ponían en venta o alquilaban la que habían adquirido del programa de viviendas.

Es imprescindible que cuando se entreguen las casas se las dé a personas que realmente la necesitan y no que caigan en manos de inescrupulosos que no empatizan con el prójimo.

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