A todo o nada por el bastión bonaerense

Como sucede en cada elección Buenos Aires tiene un peso específico muy fuerte en el resultado final. Kicillof soportó la embestida y va por la re. Grindetti y Santilli compiten para destronar al peronismo.

A menos de un mes y medio de las elecciones primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias ya quedó definido el cuadro de los pre candidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires, con sus respectivos vices, diputados y senadores.

El distrito electoral más grande del país – hablamos del territorio bonaerense – es el de mayor trascendencia porque inclina la balanza del comicio debido a la gran cantidad de electores que tiene habilitados. Por eso es aquí donde se libra “la madre de todas las batallas”.

Uno de los dilemas que tenía Unión por la Patria antes del cierre de listas era definir a quién iban a poner de pre candidato a gobernador. Áxel Kicillof siempre tuvo en claro que su objetivo era ir por la reelección ya que goza de una buena intención de voto, de acuerdo a los sondeos que vienen realizando. Por eso, se mostró reacio cuando su nombre figuraba en torno a una pre candidatura presidencial. Resistió por todos los medios para que eso no suceda y poder quedarse en su bastión, donde más cómodo se siente. Incluso, se barajó la posibilidad de desdoblar la elección, dando a entender que Kicillof no quería quedar pegado a una posible derrota a nivel nacional, teniendo en cuenta que Alberto Fernández y Cristina Fernández avisaron con tiempo que no se presentarían.

Desde el espacio tuvieron que quedarse con las ganas de llevarlo a nación; es que es el dirigente en funciones que más mide, pero eso también los obligaba a inventar un postulante para la provincia, y no había tiempo material para instalarlo y armar en el territorio.

En el caso de Juntos por el Cambio el tema estaba más definido. Ya se sabía que Diego Santilli iba por la gobernación por la línea de Horacio Rodríguez Larreta, con el radical Gustavo Posse como vice y que el intendente de Lanús, Néstor Grindetti iba por el lado de Patricia Bullrich con Miguel Hernández como vice.

A este nivel no hay tantas declaraciones cruzadas, como si sucede a nivel nacional entre Larreta y Bullrich donde los precandidatos presidenciales endurecieron sus posiciones en el marco de la campaña electoral. Sin embargo, las caminatas por los barrios se van a multiplicar, así como la exposición en los medios y la necesidad de diferenciarse entre sí y la necesidad de descalificar al rival va a ser cada vez más notoria, más teniendo en cuenta como vayan en las expectativas de voto a medida que se va acercando la fecha de la votación.

El resto de los pre candidatos, a priori, buscarán la posibilidad de romper el piso que exigen las PASO para poder estar presente en las elecciones de octubre. Para participar en los comicios generales en cada categoría y distrito, cada espacio político deberá alcanzar un piso del 1,5 por ciento de los votos válidos emitidos, con una lista o la sumatoria de ellas.

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