La partida de Manzanero nos pone a prueba ante el COVID-19

El virus no distingue raza, religión y tampoco clase social. Por eso, es importante seguir cuidándose y no relajarse por el fin de la cuarentena estricta. Temor por una segunda ola de contagios. Europa ya lo vivió.

Armando Manzanero fue una persona que gracias a su carrera artística ganó millones de dólares. Sus éxitos sonaron por todo el mundo y se dio la posibilidad de vivir una vida de lujos.
Pero este 28 de diciembre, el cantante falleció víctima de COVID-19 a los 85 años de edad, lo que sorprendió a todos que no esperaban este desenlace.

Por si no había quedado claro desde el comienzo, ahora podemos verlo con este ejemplo… el virus que se desparramó con esta pandemia afecta a todos por igual, y no distingue clases sociales. Se puede estar en una posición acomodada –como la de Manzanero- y contagiarse de todos modos, porque esta es una lucha desigual contra el COVID-19. Es peor cuando se dan los contactos en lugares que no están debidamente controlados y sanitizados, o cuando se produce aglomeración de personas.

El cantante fallecido tomaba las medidas de precaución correspondiente –sobre todo por su avanzada edad y sus enfermedades pre existentes-, sin embargo, su participación en un Museo en su honor y en un evento con el gobernador de Yucatán podrían haber sido alguno de los sitios donde se contagió. De allí hasta ayer su salud empeoró y no hubo prepagas ni todo el dinero del mundo que pudiera salvarlo. El virus fue letal.

Deberíamos tomar el caso Manzanero para darnos cuenta que la pandemia se va a quedar por largo tiempo, que los barbijos los vamos a tener que seguir usando, así como el alcohol en gel, la sanitización, la distancia social y todas las cosas que trajo la nueva normalidad.

Por eso, no se entiende porque aún existen personas que desobedecen los protocolos. Ya se sabe de varias fiestas clandestinas que se hacen con número ilimitado de invitados, donde los participantes no usan barbijo y mantienen contacto estrecho. En la calle se ve a mucha gente con la cara descubierta sin darse cuenta del peligro que corren y el que le hacen correr a los demás.

Desde el inicio de la pandemia fuimos viendo lo que pasaba en Europa y que luego se iba a replicar acá. Bueno, allá ya pasaron la segunda oleada de contagios y empezaron a restringir otra vez algunas actividades en ciertos países. Que eso suceda en nuestro país es cuestión de tiempo. Y más cuando se descubrieron nuevas cepas del virus.

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