Estábamos mal, pero vamos peor

La inflación desbocada se disparó este año y se prometen más aumentos en servicios, transporte y naftas. La clase media y la baja son las que más sienten este ajuste inédito en estos casi dos meses de gobierno.

Era algo que se veía venir si ganaba las elecciones presidenciales Javier Milei. Lo decía él mismo sin tapujos y la mayoría de la gente acompañó ese discurso. “El ajuste tiene que ser de shock y no gradual”, repetía en los medios y así lo está siendo. Cumplió inmediatamente con lo prometido, pero ello implica aumentos de todo tipo en áreas sensibles de la economía doméstica, como el precio de la canasta básica, los servicios de luz, agua, gas, TV e internet, la suba de las naftas, de las prepagas, de la cuota del colegio, y un largo etcétera.

¿Cómo afecta esta situación a aquellos que tienen un excelente pasar económico? Muy poco, porque el dinero no es un problema y el buen nivel de vida es una costumbre. No tienen que preocuparse por si la heladera está llena porque siempre lo está, es más sus preocupaciones pasan por donde ir a veranear, si a Norteamérica o a Europa.

Pero la clase media trabajadora y la clase baja que vive de changas o en el día a día se pregunta todo el tiempo cómo vamos a hacer para pagar los servicios básicos y para comprar alimentos y mantenernos vestidos. En muchísimos de los casos, por no decir la mayoría, tampoco tienen capacidad de ahorro y menos ante un dólar y una inflación que hacen perder el poder adquisitivo del peso de manera constante.

Desde la presidencia de Mauricio Macri (2015 – 2019), pasando por la de Alberto Fernández (2019 – 2023) y la que va de Javier Milei (2023 – presente) los argentinos, si seguimos por este sendero, vamos a cumplir 12 años de gobiernos que tomaron malas decisiones a nivel económico y quienes siempre tuvieron que pagar por estos descalabros fueron los mismos, no la clase alta o acomodada del país. Dicen que gobiernan para todos los sectores de la población, pero –a las pruebas me remito- la inflación es la más alta del mundo, superando incluso a Venezuela.

La ineptitud de Macri empezó a llevar al país en picada; luego la excusa del kirchnerismo fue que a Fernández lo agarró la sequía, la pandemia y la guerra en Ucrania (el peor gobierno kirchnerista); ahora Milei que se sentó en el sillón de Rivadavia y le falta ponerse una corona cual Rey Carlos, sin importarle la necesidad de los que ven todos los días achicado su bolsillo.

El libertario incluso celebró que el último dato de inflación haya sido del 25 por ciento, aduciendo que esperaban que sea más elevado. Pero en ese cinismo se olvida que cada punto de inflación que sube, se traduce con más gente que cae en la línea de la pobreza y otros de la indigencia. Entonces, por respeto, no puede celebrar nada, menos aún hacer un atropello de este modo. Además, dijo que en el mejor de los casos la situación económica comenzará a mejorar dentro de dos años… parece un poco mucha la espera cuando es hoy que la gente no tiene para comer.

Por supuesto, aún falta más contracción de la economía, más aumento de precios. Lamentablemente este ajuste siempre, por una cosa o por la otra, lo terminan pagando los mismos, los que trabajan todos los días y todo el día -porque con un empleo no alcanza- y los que se la rebuscan haciendo una changa, pero nunca los de arriba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *