Una caravana de vehículos copó la ciudad por el 17 de octubre

Sin poder hacer grandes movilizaciones a pie por la pandemia, el peronismo reinventó la celebración en la que se recuerda el pedido de los obreros para que liberen a Perón hace 75 años.

Este sábado los peronistas del país realizaron el festejo por el Día de la Lealtad. Esta vez, debido a la pandemia y a la cuarentena, la tradicional manifestación a pie por las calles del centro porteño tuvo que realizarse de otra manera, por eso la convocatoria fue en vehículos de todo tipo. Y así se movilizaron desde simples ciudadanos hasta representantes de la política y el sindicalismo nacional.

Hubo también un intento por hacer una manifestación virtual para aquellas personas que no podían ir. En ella, la gente debía ingresar con un usuario, elegir un avatar y seleccionar en que lugar de la ciudad estar manifestándose, pero los hackers actuaron y sabotearon la página por lo que esa experiencia fue imposible de realizar. Denunciaron que recibieron ataques informáticos desde 40 servidores de distintas partes del mundo.

Más allá de eso, la actividad arrancó con una visita oficial de Alberto Fernández a la Isla Martín García, el emblemático sitio donde estuvo detenido Juan Domingo Perón hace 75 años antes de ser liberado tras una masiva manifestación en Plaza de Mayo.
El acto en la CGT arrancó a las 15 en el salón Felipe Vallese. Allí Fernández fue el único orador por la fecha conmemorativa, con un discurso que se inició antes de las 17.

“Menos mal que el peronismo está gobernando en este momento”, fue una de las definiciones principales del presidente y subrayó que aquel 17 de octubre “la historia cambió para siempre” en Argentina y trazó un paralelo entre la emergencia de la pandemia, la masiva convocatoria de autos en las calles de todo el país por la festividad justicialista y las marchas opositoras contra el Gobierno.

“Leí que decían que este era el antibanderazo. Sentimos solo amor por nuestro pueblo, acá no hay odios ni rencores. Aquí lo que hay es ganas de poner de pie a la Argentina”, planteó.
Luego, Fernández hizo una comparación con el origen del peronismo y aseguró que el Día de la Lealtad de 1945 significó el mensaje de “un pueblo” que “vio a su coronel, al que le había dado derechos y un lugar en la sociedad, y salió a la calle a reclamar por ese dador de derechos”. “Todos entendieron que había una Argentina invisible que muchos creían que no existía”, aseguró.


En uno de los momentos más destacados de su alocución, Fernández hizo mención a un comentario anecdótico que le expresó el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, quien le dijo: «Dios debe ser peronista, porque menos mal que el peronismo está gobernando en este momento”.
“A la Argentina enferma la vamos a curar nosotros, y la vamos a curar sin odios. Las víctimas del odio fuimos nosotros. Vamos a terminar con esa Argentina del odio”, concluyó.

Un hecho fundacional

Los militares antiperonistas que derrocaron a Perón el 8 de octubre de 1945 y que lo enviaron prisionero a la Isla Martín García nunca imaginaron que ese acto -apoyado por Estados Unidos- nueve días después iba a ser el hecho fundacional del peronismo, porque el 17 de octubre de 1945 se recuerda como el día en que la clase obrera y los sindicaos llegaron hasta Plaza de Mayo en una movilización masiva para reclamar por la liberación de su líder.

Y no solo el hecho es considerado como el del nacimiento del peronismo, sino también como uno de los momentos más importantes de la historia del movimiento obrero argentino, porque marcó la constitución de la clase obrera como sujeto protagónico de la historia argentina.

La movilización a Plaza de Mayo fue tal -recordemos esa famosa foto en que algunos manifestantes tienen los pies en una fuente- que se logró la liberación de Perón y la dictadura gobernante tuvo que llamar a elecciones. Cuatro meses después, Perón sería elegido presidente de la Nación.

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